18 Septiembre 2008
Neoliberales de todo el mundo remojen sus barbas

¿Fin del mercado libre en EE.UU.?

Milton Friedman, uno de los mayores defensores del mercado libre en la historia, debe estar revolcándose en su tumba. BBC Mundo 16 de septiembre 2008.

La crisis financiera que sacude a los mercados de Estados Unidos y Europa desde el año pasado, cuya última víctima fue uno de los bancos históricos, Lehman Brothers, podría significar el inicio de una ola de intervencionismo estatal en el corazón del capitalismo en el mundo. Ya se dieron los primeros pasos, con la nacionalización de Freddie Mac y Fanny Mae las dos principales hipotecarias estadounidenses. Algo impensable cuando Friedman recorría con libertad los pasillos de la Casa Blanca. El secretario del Tesoro de EE.UU., Henry Paulson, admite que "mucho de lo que estamos enfrentando son consecuencias de cosas que se hicieron por muchos años". Participe: ¿es el fin del mercado libre? Enfrentando "consecuencias" "Los mercados financieros están atravesando por un momento difícil, mientras trabajamos en arreglar algunos de los excesos que se cometieron en el pasado", aseguró. "Actualmente vivimos en una nueva era de socialismo, donde se socializa el riesgo y se privatizan las ganancias", indicó a la BBC Benjamin Barber, profesor de ciencias políticas de las universidades de Princeton y Harvard. "A Lehman Brothers lo dejarán caerse pero si se lleva a otros entonces el gobierno intervendrá y eso significa que mis impuestos se usarán para salvar a banqueros que tomaron decisiones arriesgadas y equivocadas". Durante años el mismo mercado no sabía ni dónde estaba invirtiendo su dinero. "Hemos vivido 30 años de neoliberalismo en el mercado, que significa "déjenos ganar y ayúdenos cuando nos va mal", agregó. Tanto el mea culpa de las autoridades como la inquietud del público estadounidense no ha pasado desapercibida para los candidatos presidenciales estadounidenses. Horas después de que Wall Street registrase su mayor caída desde el 11 de septiembre de 2001 (y el sexto más alto en su historia), tanto el republicano John McCain como el demócrata Barack Obama revelaban una posición favorable a mayores controles sobre el mercado de capitales en el país. Y ambos tuvieron agrias palabras para los gobiernos anteriores de dejar que la banca hiciese lo que quisiera. Vea también: Bolsas en estado de conmoción McCain indicó que de ganar las elecciones iniciaría una reforma regulatoria del mercado de capitales en los primeros 100 días de su presidencia y dijo que "pondremos fin a que Wall Street se maneje como un casino". (...) las bases del capitalismo liberal están sumamente golpeadas y deterioradas. Ahora seguramente regresaremos a un período de mayor control gubernamental Derek Scott, ex asesor económico de Tony Blair Obama, en tanto, ofreció "nuevos marcos regulatorios", pues a su juicio "esta es la crisis financiera más grave desde la Depresión (en los años treinta)". "No culpo a John McCain de estos problemas, pero sí a su filosofía económica, la misma de los últimos ocho años, que dice que debemos darle más a los que acumulan la riqueza para que de alguna forma estos llegue en gotas al resto", apuntó Obama. El sentimiento que parece haber en los mercados financieros lo resumió claramente Derek Scott, ex asesor económico del ex primer ministro británico Tony Blair. "Actualmente las bases del capitalismo liberal están sumamente golpeadas y deterioradas. Ahora seguramente regresaremos a un período de mayor control gubernamental", aseveró. Complejidad regulatoria Sin embargo, un mayor control sobre lo que hacen las instituciones bancarias o las casa de bolsa no parece tarea sencilla. La principal traba es la complejidad de los instrumentos financieros que existen, principalmente los llamados derivados. Según Friedman el mercado se corregirá a sí mismo, pero hoy el consenso general le contradice. Warren Buffet, el llamado hombre más rico del mundo y ahora filántropo retirado, los llamó en 2002 "armas financieras de destrucción masiva". En términos muy simples, los economistas dicen que la crisis crediticia que devengó en la quiebra o desaparición de varios bancos comenzó en el sector hipotecario estadounidense. El modus operandi fue acumular hipotecas con diferente grado de riesgo, convertirlos o empaquetar dicho préstamos en papeles comerciales (como acciones) que luego serían vendidas a otras instituciones en el mercado. Vea también: La caída de Lehman Brothers Es decir, el banco invirtió en unos bonos cuya garantía de pago eran unos créditos riesgosos negociados por otra entidad bancaria. La complejidad era tal que muchos actores del mismo mercado no tenían ni idea en dónde exactamente tenían colocado su dinero. "La desregulación que se hizo en los últimos 15 años, incluyendo el gobierno de Bill Clinton del cual fui parte, creó una atmósfera de casino en la que cualquier banco podía hacer dinero sin importar sus niveles de deuda y sin siquiera saber qué tipo de papeles compraban", señaló Robert Reich, ex asesor de la Casa Blanca y actual profesor de la Universidad de Berkeley. "Una vez le pregunté a un directivo de una institución bancaria qué tipo de inversiones tenía y me dijo 'ni idea'. Esta crisis iba a pasar tarde o temprano", explicó Reich a la BBC. ¿Quién es el responsable? Hace algo más de 12 meses la crisis dejó de ser un fantasma o un pronóstico agorero para convertirse en realidad. La desregularización del mercado propició que cualquier banco pudiera hacer dinero sin importar sus valores de deuda. Cuando los acreedores -muchos de los cuales se reconoce no fueron adecuadamente supervisados- empezaron a tener problemas de pago, fueron aquellos al final de la cadena quienes pagaron las consecuencias. Y como dice la teoría bancaria, cuando el banco ya no emite confianza, no tiene nada que buscar. Según la teoría de Friedman en estas circunstancias el mercado se corregirá a si mismo, con la llamada "mano invisible" que profetizó en el siglo XVIII el filósofo escocés Adam Smith, el llamado "padre de la economía moderna". Cualquier distorsión, según Friedman, era simple y llanamente culpa del gobierno por no dejar respirar al mercado. Lea también: Las lecciones de la historia No obstante, ahora hay una suerte de consenso tanto en Europa y Estados Unidos en que existe ahora una necesidad de ponerle coto a las principales plazas financieras. Tal y como sucedió tras la debacle de los años '30 en EE.UU. cuando justamente se considera que ocurrió la última ola intervencionista en el país, para lidiar con los efectos de la llamada "Depresión". Se puede culpar a los bancos y poner en vigencia nuevas normas, pero también hay que revisar la falta de supervisión de los mercados en el pasado George Magnus, economista en jefe del Banco Suizo "Las instituciones financieras y los entes reguladores tuvieron error fundamental en esta crisis. Pusieron el precio del mercado en el corazón de la regulación del sistema. Pero el precio del mercado no puede protegerse de sus propias fallas. Y los reguladores no se dan cuenta de esto cuando está todo bien, sino cuando surgen los problemas. Es entonces cuando se descubre que los bancos exitosos realmente eran bancos muy riesgosos", aseveró a la BBC Avinash Persaud, de la firma de análisis financiero Intelligence Capital. A la hora de buscar culpables de toda esta situación, muchos analistas apuntan el dedo a la presunta avaricia de los banqueros de arriesgar más (recursos del público) en busca de mayores ganancias. Pero según le dijo a la BBC George Magnus, economista en jefe del Banco Suizo UBS, "en este tipo de crisis se suele buscar villanos en todas partes. Los bancos son los agentes de la especulación, pero no la causa. Hay que señalar a los gobiernos que desmantelaron los marcos regulatorios décadas atrás". "Se puede culpar a los bancos y poner en vigencia nuevas normas, pero también hay que revisar la falta de supervisión de los mercados en el pasado", aseguró Magnus. El debate de lograr un nuevo marco regulatorio en Estados Unidos pudiera estar dando ya sus inicios, en lo que sería un importante cambio ideológico en las altas esferas de tomas de decisiones del país. No obstante, mientras tanto, aún no se sabe si la crisis financiera ya se cobró a su última víctima o banco, o si aún quedan implicaciones por venir.




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