05 Noviembre 2007

Carta inútil

Carta de Patricio Tupper, publicada el 04 de Noviembre de 2007, en El Mercurio.

Carta de Patricio Tupper, publicada el 04 de Noviembre de 2007, en El Mercurio. Señor Director: El papel aguanta todo y eso lo sabe muy bien el ex Presidente Lagos. Notable el sofisma inicial de su carta a la comisión de Transantiago, afirmando que envía su posición por escrito para no ser malinterpretado, deseando sobremanera que "sea analizada con precisión". Desdeña, de un plumazo olímpico, el efecto constructivo del diálogo interpersonal, que es parte consustantiva de la metodología democrática desde la antigua Grecia. En resumen, Lagos eligió dar una clase por correspondencia y exigir explicaciones a los demás, sin permitir que nadie se las pidiera a él. Optó por atrincherarse en la retórica literaria. Blindado como está en la comisión investigadora, con el presidente de ella sin rubor alguno para defenderlo a todo evento, la cosa era de mero trámite. Pudo burlarse de los chilenos, del Parlamento y de la Presidenta Bachelet a su regalado gusto, con ese estilo autocrático que suelen asumir quienes conocen la auténtica magnitud de sus yerros y se empeñan en ocultarlos. Esta carta de Lagos es elocuentísima como prueba de la decadencia moral de nuestro sistema democrático, donde las apariencias son mucho más importantes que la verdad. Nos recuerda los trucos de ese pobre período de inicios del siglo XX, al que tan duramente calificó don Enrique Mac Iver. Seamos francos: la comisión investigadora del Transantiago ha fracasado. Dividida en defensores y atacantes de Lagos, politizada absolutamente, no tiene nada que ofrecerle a la ciudadanía. El diputado Hales cumplió bien su papel desintegrador. Se suma a las casi 90 otras comisiones parlamentarias, desde 1990, en que el tiempo de los diputados se ha despilfarrado, dejando mamotretos de latas justificaciones para la posteridad. El juicio al Transantiago, empero, hace muchos meses que salió de la Cámara y reside en el corazón de millones de usuarios defraudados. A ellos la carta de Lagos no les quita ni pone, es inútil; la sentencia ciudadana ya está dictada, con argumentos verdaderos del sufrir cotidiano, sin recurso de apelación. PATRICIO TUPPER LEÓN



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