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Las universidades públicas y privadas que no lucren continuarán recibiendo donaciones y las constituidas como corporaciones no podrán quebrar a diferencia de las comerciales.
El lucro per se no es malo y lo que ha sucedido con las universidades privadas constituidas como personas jurídicas que no persiguen el lucro, es un disfraz aceptado por todos aquellos que han estado ejerciendo el poder.
Si quisiéramos ser veraces deberían coexistir las universidades públicas y privadas con el siguiente esquema:
Con las adecuaciones legales y reglamentarias a nivel de la CNA, de la Superintendencia de Educación y del SII, contando además con la asignación de nuevos recursos económicos provenientes de la próxima reforma tributaria; las universidades del CRUCH, tanto públicas como privadas, conservarán el actual tratamiento tributario en cuanto a franquicias, beneficios y tratos especiales. Estas impartirán enseñanza gratuita, la cual deberá ser de calidad fiscalizada por el Ministerio de Educación.
Deberá dictarse una disposición legal prohibiendo a estas universidades, los fundadores, los socios activos o directivos que contraten a personas naturales o jurídicas relacionadas por parentesco, convivencia o propiedad.
Las universidades privadas y corporaciones de derecho privado sin fines de lucro mantendrán todas las franquicias tributarias que el Estado les ha otorgado, serán gratuitas y la enseñanza impartida será de calidad, fiscalizada por el Ministerio de Educación. Estas universidades, también, tendrán las inhabilidades establecidas para las anteriores.
Las universidades privadas y sociedades comerciales con fines de lucro no tendrán ninguna franquicia tributaria por parte del Estado, sus alumnos pagarán matrícula, arancel y cualquier otro cargo que las empresas dueñas de las mismas determinen libremente. La enseñanza impartida naturalmente será de calidad y estará sujeta al control del Ministerio de Educación
Por su parte, las universidades públicas y privadas que no lucren continuarán recibiendo donaciones particulares y las constituidas como corporaciones no podrán quebrar a diferencia de las universidades comerciales.