09 Noviembre 2010

Una manipulada consulta ciudadana

Columna de opinión de Patricio Herman de la Fundación Defendamos la Ciudad, publicada en La Nación el 09 de noviembre de 2010.

Columna de opinión de Patricio Herman de la Fundación Defendamos la Ciudad, publicada en La Nación el 09 de noviembre de 2010. Nos hemos enterado por la prensa que Felipe Guevara, alcalde de Lo Barnechea, desea convocar a una dirigida consulta para que los habitantes de esa comuna decidan sobre qué bases se orientará el futuro crecimiento urbano de la misma, y para ello los vecinos tendrían que decidir sólo sobre dos opciones fijadas en un denominado Plan Maestro. La comuna de Lo Barnechea, escindida de Las Condes en 1992, es de densidad baja, entre otros motivos por las características de su geografía y por ello sus barrios residenciales son del tipo ciudad jardín, algunos de gran calidad urbanística, como Los Trapenses, El Huinganal y Lomas de La Dehesa. A ellos llegaron habitantes de otras comunas huyendo de los edificios en altura y de la fiebre indiscriminada de equipamientos comerciales de baja calidad, causantes del grave deterioro urbano que padecemos (un ejemplo de este menoscabo lo observamos en avenida Vitacura, llena de variados locales de despreciable estándar). Este proceso cíclico, de nacimiento y muerte de barrios residenciales, quiere instalarse ahora en Lo Barnechea, provocando más adelante el éxodo paulatino de sus habitantes a sectores en proceso de formación, como Chicureo, El Chamicero y Piedra Roja, los tres en la comuna de Colina, la que ya está conectada con la anterior mediante un camino inicialmente privado y hoy público, porque el MOP se lo compró a su dueño hace tres años. Pero ocurre que los habitantes de Lo Barnechea quieren conservar el estilo de sus barrios para preservar su calidad de vida. Ahora bien, nos hemos enterado por la prensa que Felipe Guevara, alcalde de Lo Barnechea, desea convocar a una dirigida consulta para que los habitantes de esa comuna decidan sobre qué bases se orientará el futuro crecimiento urbano de la misma, y para ello los vecinos tendrían que decidir sólo sobre dos opciones fijadas en un denominado Plan Maestro. Se trata de elegir cómo los actuales residentes quieren la evolución de sus barrios y para ello tendrían que optar entre dos alternativas propuestas por la municipalidad referidas a vialidad, problema crítico, el aumento de densidad habitacional y cambios en el uso del suelo; algunos sectores residenciales se transformarían en mixtos para dar cabida a actividades comerciales de todo tipo. Hemos sabido que ciertos grupos de vecinos, bien organizados y mejor articulados, al sentirse directamente afectados por el impacto de esas proposiciones, se oponen a ellas y se han declarado en pie de guerra (Qué Pasa, 01/10/10) en defensa de sus legítimos derechos urbanos adquiridos. Veamos ahora qué es lo que desea la municipalidad para sacar una conclusión acerca de la validez de esa consulta. Este Plan Maestro, a diferencia de lo que es una modificación al Plan Regulador Comunal (PRC), no tiene ninguna base legal y por lo tanto sus formulaciones no son vinculantes. ¿Qué sentido tiene entonces para los ciudadanos votar por una de las dos alternativas, si la opción ganadora puede ser interpretada de otra manera y/o alterada discrecionalmente, ya que la municipalidad no está obligada a cumplir exactamente el resultado de la consulta? Nos atrevemos a pensar que el propósito de esta fórmula, esencialmente mediática, es poder contar con una aprobación formal para realizar reformas urbanísticas sin correr el riesgo de una posterior oposición a ellas; es decir, el nuevo y deseado PRC contaría con el aval del resultado de esa consulta. Los abogados, al respecto, dicen que esta técnica se llama “entregar un cheque en blanco”, teniéndose en cuenta que lo requerido por el municipio es financiar las obras de vialidad que ellos estiman necesarias para absorber el futuro crecimiento inmobiliario impulsado por actores interesados. Para lograr esta meta, el financiamiento de los nuevos proyectos de obras de vialidades está a cargo de una corporación privada, Corpvial, cuyos controladores son empresas que se dedican al negocio inmobiliario. Intervienen en estas tratativas, por parte de la anterior, los destacados arquitectos Marcial Echenique, conocido como el rey de las autopistas, e Iván Poduje, autor, entre otros, del polémico y ya rechazado plan de expansión urbana en la Región Metropolitana. El alcalde Guevara cree ciegamente lo que dicen tales competentes profesionales en el ámbito de la ciudad. Como se comprenderá, Corpvial está ligada al municipio y curiosamente no se relaciona con la comunidad, porque -suponemos- sabe que ésta carece de todo poder de decisión, aunque sus residentes pagan altísimas contribuciones. Corpvial aporta financiamiento para las nuevas obras viales y por ello espera que los cambios en la regulación urbana sean los necesarios para recompensar sus inversiones. Es decir, requiere obtener plusvalías para sus terrenos con usos de suelo mixto y mayores densidades y así construir en altura. Como contrapartida, los habitantes de los barrios residenciales adyacentes a estos futuros polos de desarrollo, serían los que asumirían los impactos negativos de ese crecimiento mercantil. Por lo relatado, desde esta tribuna, instamos al alcalde Guevara que deje sin efecto ese Plan Maestro y convoque a las comunidades afectadas, para que éstas se pronuncien sobre los problemas urbanísticos que les generarían tales cambios en sus barrios, teniéndose presente que no toda la comuna es homogénea. Así, escuchando a sus vecinos y mandantes, sabrá de primera fuente cómo deberá modificar su PRC.



Inicia sesión para enviar comentarios