25 Julio 2010

Comunidad ecológica

Columna de opinión de Patricio Herman de la Fundación Defendamos la Ciudad, publicada en revista El Periodista el 23 de julio de 2010.

Columna de opinión de Patricio Herman de la Fundación Defendamos la Ciudad, publicada en revista El Periodista el 23 de julio de 2010. La Comunidad Ecológica de Peñalolén está localizada en la parte alta de esa comuna, en el pie de monte precordillerano, entre las calles Antupirén por el norte, Los Presidentes por el sur y Av. Las Perdices por el poniente ; al oriente, se extiende desde Álvaro Casanova proyectándose hacia la cordillera. Ahí viven rústicamente en casi 200 hectáreas, mayoritariamente en casas de adobe o de madera, más de 380 familias que privilegian los valores de la naturaleza. Son copropietarios organizados en 22 parcelas en régimen contractual de derechos, situación jurídica que les impide subdividir los predios para disponer de roles individuales, pero a pesar de ello igual pagan contribuciones de bienes raíces por sus viviendas, muchas de las cuales han sido construidas por ellos mismos. El agua la obtienen del canal Lo Hermida y como son solidarios tienen un buen sistema autogestionado para la provisión de los servicios básicos dentro de la comunidad. A pesar de que la comunidad existe desde hace 30 años, están protegidos desde fines de 1999 por un Plan Seccional, elaborado por la arquitecta Ximena Bórquez de la Consultora Bórquez y Burr, instrumento normativo que fijó densidades máximas de 25 y 50 habitantes por hectárea, según la fragilidad de los suelos. Este ordenamiento urbano se estableció en base a los servicios ambientales que el sector presta a la comuna y, digámoslo con claridad, a la propia ciudad de Santiago. Según el MOP, de las 7 quebradas prioritarias por su comportamiento hidráulico en la región, 3 de ellas están conectadas a esa comunidad. Las actuales densidades habitacionales permiten un uso de suelo compatible con una visión urbana ambientalista y sustentable, con aportes concretos en la prevención de escorrentías de aguas lluvia, ventilación de la cuenca de Santiago y preservación de flora y fauna precordillerana y por ello sus moradores están preocupados porque pretenden modificar las reglas del juego. En efecto, la municipalidad de Peñalolén, en su proyecto de nuevo Plan Regulador, desea incorporar en la comunidad dos franjas, una de alta densidad habitacional que llega a los 250 habitantes por hectárea y la otra de equipamiento comercial, cambios que juiciosamente son resistidos por sus habitantes. Pues bien, hace 6 años, exactamente el 4 de marzo de 2004, se firmó un "Protocolo de intenciones, entendimiento y buena voluntad", cuyos signatarios eran Jaime Ravinet, ministro de Vivienda y Urbanismo de la época, Carlos Alarcón, en su condición de alcalde de Peñalolén, los representantes de las inmobiliarias Casa Grande y Crillón, el rector de la Universidad Adolfo Ibañez, situada más al oriente y dirigentes vecinales, en donde se estableció, con todas las formalidades de rigor, que sólo en 2 sectores del perímetro de la comunidad se iba a aumentar la densidad, lo que ya ocurrió. En días pasados los dirigentes comunitarios tomaron contacto con nosotros y les expresamos que podrían estar muy tranquilos porque en Chile, país recién admitido en la conspicua OCDE, no se violan los acuerdos, más aún cuando han sido suscritos por ministros de Estado. Les aseguramos que la palabra empeñada en un acto tan solemne se tenía que respetar, pero que igual, para evitar un eventual desconocimiento del Protocolo, trataran el asunto con la actual ministra del ramo.



Inicia sesión para enviar comentarios