Defendamos la ciudad

Columna de Patricio Herman, de la Agrupación Defendamos la Ciudad, publicada en diario La Nación el 21 de septiembre de 2006. Pese a que está abierto el camino para llamar a plebiscito ha sido imposible porque es muy complicado reunir las firmas ante notario de 10% de los registrados en el Servicio Electoral. En Chile se habla mucho de participación ciudadana y personeros de todos los sectores se dicen acérrimos impulsores de ella, porque así se legitiman las políticas públicas que impulsan los gobiernos y las propias leyes que se aprueban en el Congreso. Dicen que en donde más se debe aplicar una efectiva participación de los ciudadanos es en los niveles locales, es decir, en las comunas. En la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades se contemplan plebiscitos para zanjar situaciones relativas a inversiones de desarrollo, modificaciones de planos reguladores y otros temas de competencia municipal. Tales actos democráticos pueden ser de iniciativa del alcalde, con el acuerdo del concejo, a requerimiento de dos tercios de ese cuerpo colegiado o por decisión de los ciudadanos inscritos en los registros electorales de la comuna. Cuando la ciudadanía desea plebiscitar una materia determinada deberá juntar 10% de las firmas ante un notario de los inscritos en el Servicio Electoral al 31 de diciembre del año anterior al del acto electoral y para que su resultado sea vinculante para la autoridad deberán votar en él más de 50% de los registrados. No podrá convocarse a plebiscito comunal durante el período comprendido entre los ocho meses anteriores y los dos siguientes a cualquier elección popular, tampoco dentro del mismo año en que haya elecciones municipales ni sobre un mismo tema más de una vez durante el período alcaldicio. Además, se ha establecido que la eventual convocatoria a plebiscito nacional como la elección extraordinaria de Presidente suspenderá los plazos de los plebiscitos comunales hasta la proclamación de sus resultados por parte del Tribunal Calificador de Elecciones. Respecto de estas circunstancias, ellas no se aplican en la práctica, porque no hay voluntad política para lo primero y será muy difícil lo segundo, porque nuestros mandatarios siempre han tenido muy buena salud. Ahora bien, pese a que en ciertos períodos se han podido llevar a cabo los plebiscitos comunales, no se han realizado porque los alcaldes en general no son lo suficientemente abiertos para llamar a la ciudadanía respecto de materias conflictivas. Tenemos un vago recuerdo de lo acontecido con una engorrosa situación en la comuna de La Reina, con ocasión de un proyecto vial municipal que dividió el Parque Intercomunal, iniciativa rechazada por un alto porcentaje de los vecinos, quienes se articularon bien y lograron más de 10% de las firmas para que se llamara a plebiscito. El alcalde de la época, un conocido arquitecto, no lo aceptó y los vecinos no pudieron confrontar posiciones en un acto electoral libre e informado. En la actualidad y con motivo de las permisivas regulaciones urbanísticas vigentes en casi todas las comunas, los vecinos se están organizando para hacer valer sus legítimos derechos y pese a que está abierto el camino para llamar a plebiscito ha sido imposible porque es muy complicado reunir las firmas ante notario de 10% de los registrados en el Servicio Electoral. Por ello y para simplificar el llamado a plebiscito comunal, algunos diputados de la Concertación, que realmente creen en la participación ciudadana, presentaron un proyecto de ley para facilitar su convocatoria. El diputado regionalista Esteban Valenzuela fue el impulsor de la idea. Se buscaba reducir el 10% de firmas a 5%, con lo que sería más expedito el proceso de juntarlas. Las organizaciones de la sociedad civil estaban ansiosas de conocer el resultado de la votación por parte de sus representantes en la Cámara de Diputados. Pero el jueves 7 de septiembre pasado se votó el proyecto en la sala y los parlamentarios asistentes lo rechazaron: no se obtuvieron los votos favorables necesarios para este tipo de ley. Aunque el lector no lo crea, algunos diputados de la Concertación, aliados con la UDI y RN, también se opusieron a simplificar el llamado a plebiscito en las comunas.