11 Agosto 2006

Puente sobre el canal de Chacao

Columna de Patricio Herman, de la Agrupación “Defendamos la Ciudad”, publicada en El Periodista, 11 de agosto de 2006.

Columna de Patricio Herman, de la Agrupación “Defendamos la Ciudad”, publicada en El Periodista, 10 de agosto de 2006. Este canal separa la isla de Chiloé del territorio continental y para crear una rápida conectividad vehicular los ex presidentes Frei R-T y Lagos, sin los estudios técnicos y socio-económicos apropiados, en sus visitas a la zona aseguraron a los residentes de la isla que se iba a construir un espectacular puente colgante de 2 pistas por sentido a través del sistema de concesiones que maneja el MOP. El ministro Bitrán, al conocer las altas cifras del proyecto -US$ 930 millones- determinó no darle curso, explicando a la opinión pública que existen otras alternativas bastante más económicas, tomándose en cuenta los insuficientes flujos proyectados. Habló de diferentes tipos de transbordadores, bastante mejores que los actuales en operación e incluso se refirió a la posibilidad de un túnel. La mayoría de la población de la isla, liderada por los alcaldes (mayoritariamente de la Concertación) de las distintas ciudades y los 2 diputados se ofuscaron con la decisión del gobierno y criticaron a los ex presidentes mencionados por haberles “vendido una pomada”. La verdad es que se actuó en forma muy liviana cuando se ofreció ese magnífico puente y ello pasa porque en Chile las cosas se hacen por impulsos y arrebatos. No existen las evaluaciones sociales de proyectos y en este caso, si se llegara a hacer, arrojaría un resultado negativo. Hemos tomado conocimiento que un ingeniero optimista le propuso al MOP hace algún tiempo que se podría construir un terraplén que produciría además una cantidad del orden de los 10.000 MW de electricidad aprovechando las mareas, proyecto que, ha sido objetado por algunos expertos por su aparente inviabilidad técnica. El concesionario del puente tenía el negocio asegurado porque el pago se iba a hacer con los ingresos mínimos garantizados por el Estado contemplados en los contratos, ya que los peajes previstos eran insuficientes, razón por la cual tenemos que deducir que el anuncio de esa mega-obra de infraestructura tenía por objetivo soñar. Hablando en plata, el proyecto echado a pique consideraba que los peajes iban a subir 3,5% todos los años por el período de la concesión (30 años). Use la calculadora y saque conclusiones. Es decir, el único beneficiado con el negocio de esta concesión sería el consorcio que se “ganó” la licitación, conformado curiosamente por las empresas que inicialmente competían entre sí en el proceso de precalificación (sic). Estamos seguros que la presidenta Bachelet resolverá el asunto de manera racional, teniéndose en cuenta que la isla debe tener en el corto plazo un hospital, un buen aeropuerto, mejorar sustantivamente las vialidades interiores, construir más escuelas y viviendas sociales de calidad y otras. Y en tal sentido, será mejor para los chilotes tener estas obras que mejorarán sus calidades de vida, las que, unidas posiblemente a los modernos transbordadores, serán bastante más baratas que el elefante blanco anunciado por aquellos que deseaban ser recordados por sus obras monumentales



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