11 Abril 2006
Entrevista publicada en diario Fortín Mapocho, martes 11 de abril.

Los alcaldes de La Reina y Las Condes en la picota

Corporaciones edilicias deben dar una explicación a los vecinos de La Reina y Las Condes. Patricio Herman, presidente de "Defendamos la ciudad" pide explicaciones a los alcaldes Montt y De la Maza.

En una entrevista exclusiva para Fortín Mapocho, Patricio Herman dirigente de Defendamos la Ciudad nos explica el entredicho que mantiene esta organización ciudadana con las municipalidades de La Reina y Las Condes. Su opinión es clara, “los ‘dueños’ de las comunas son sus habitantes y no sus transitorias autoridades. Es más, éstas son sólo aves de paso”. Herman no escatima palabras para fundamentar sus dichos. Acusa: “Estamos conscientes que en el Chile actual sus cooptadas autoridades hacen lo que los grandes inversionistas les dicen”. Resumamos los hechos. A fines de los años ’80 el señor Pablo del Valle, se opuso tenazmente a la expropiación de su hogar, la llamada 'casa isla' ubicada en Avenida Ossa, donde perdió la mitad de su terreno en el marco de los trabajos de ampliación de dicha vía. En esa época propuso que si la comunidad 'no quiere que se $3>n los edificios hacia adentro', debía liberarse el triángulo Américo Vespucio, Tobalaba y Bilbao, en toda la primera cuadra y consecuentemente debía construirse en altura de la misma manera que en las comunas de Las Condes o Providencia. Para fundamentar su propuesta expresó que la densidad poblacional aumentaría sin necesidad de modificar los límites de las propiedades. Como él lo expresaba, “metiendo los edificios hacia adentro”. Además agregó, que el triángulo señalado 'es un sector que tiene supermercados, dos estaciones de Metro, compraventas de autos, estaciones de servicio, es netamente el perfil de un centro comercial que podría ser el segundo Manhattan, ¿por qué no llamarlo así? El beneficio que tendría para la comuna sería enorme'. Para dilucidar los impactos de esta propuesta preguntamos a Patricio Herman sobre su opinión en cuanto Presidente de Defendamos la Ciudad. He aquí su respuesta. P. HERMAN. Nuestra agrupación sostiene que las normas de edificación y los usos de suelo de los instrumentos de regulación urbana tienen que ser consensuados entre los vecinos y los especialistas porque los “dueños” de las comunas son sus habitantes y no sus transitorias autoridades. Es más, éstas son sólo aves de paso. No estamos de acuerdo con lo que plantea el señor del Valle porque su solución tiene un sesgo mercantilista. Ya nos basta con el primer 'Sanhattan' de El Golf, sector que en rigor se debiera llamar 'Santaco', como nos lo dijo René Martínez, destacado arquitecto y decano de una universidad. La base del urbanismo es la armonía y el equilibrio entre las diversas actividades. Estamos conscientes que en el Chile actual sus cooptadas autoridades hacen lo que los grandes inversionistas les dicen. Por ello estimamos que en La Reina hay que hacer un plebiscito con preguntas decididas entre las autoridades municipales y la comunidad organizada. La ciudadanía tendrá que optar por el camino de los negocios o por el camino de la sustentabilidad. FORTIN MAPOCHO: Defendamos la Ciudad, en una acción patrocinada por el Coordinador de Acción Ecológica, abogado, Luis Mariano Rendón, ha presentado una acción en tribunales contra el Alcalde de Las Condes, “Amparo del derecho a la información” para que se obligue a la autoridad a entregar una información pública sobre 19 permisos de construcción en la comuna. Uds. expresan que el hecho que dichos permisos estén siendo investigados por Controlaría no impide que sean transparentados. Uds. denuncian situaciones irregulares en los permisos. ¿En que se basan para ello? P. HERMAN: Estamos fiscalizando desde hace mucho tiempo y podemos aseverar que en esa municipalidad existe mucha desprolijidad para otorgar permisos porque el único interés que tienen las autoridades es generar ingresos para las arcas municipales a través del cobro de derechos por los permisos y futuros pagos de contribuciones. Esa gente está viviendo en un mundo de bilz y pap: nos referimos al alcalde, concejales [con las excepciones que siempre hay] y funcionarios de la Dirección de Obras. Sabemos que los tribunales de justicia obligarán al alcalde a que nos entregue toda la información pública que -a la fecha- se ha negado ha dárnosla. Pareciera que el edil en cuestión no sabe que estamos viviendo en un país democrático que busca la transparencia. Esos comportamientos de esconder la información están muy pasados de moda. Nuestra asociación necesita revisar la documentación completa de todos los permisos otorgados después del 5 de Diciembre de 2003 porque tenemos fundadas sospechas de que hay ciertos nombres que se repiten. FORTIN MAPOCHO: El concejal Carlos Larraín expresa que gran parte de las dificultades se podrían haber superado con la oportuna promulgación de la norma que regula las alturas y densidades máximas permitidas por el nuevo Plan Regulador de Las Condes. ¿Cómo se explica que existiendo una razonable duda acerca de una situación que estaba siendo discutida en el parlamento se autorizó la construcción de 130 edificios que según el mismo concejal habría redundado en la desvalorización del centro de la comuna – desde Presidente Errázuriz hasta Presidente Riesco? P. HERMAN: Efectivamente, nos consta que Carlos Larraín hizo esfuerzos para que se modifique el Plan Regulador hace mucho tiempo atrás, pero los grupos inmobiliarios interesados en mantener el laissez faire fueron más fuertes. Incluso con ese concejal nos reunimos en 1997 con un ex ministro de Vivienda para que se aprobara un congelamiento de permisos y con ello modificar las reglas del juego a favor de los vecinos. Pero ello no fue posible porque el Minvu, coludido con los empresarios y la propia municipalidad, hizo lo necesario para dejar en nada los cambios que la comunidad deseaba. Todos sabemos lo que está sucediendo en Marbella, España y esperamos con ansias poder revisar la documentación que respaldan esos 130 edificios aludidos por Larraín. Ojala que no lleguemos a descubrir cosas feas.




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