12 Abril 2006
A un mes del discurso de Casablanca

“Es tiempo de regiones”: compromiso prioritario de Bachelet

Por Patricio Tupper. Cuando ha trascurrido un mes desde el impactante discurso de la Presidenta Bachelet en la comuna de Casablanca –aplaudido por la Agrupación Defendamos la Ciudad-, el pasado 11 de marzo, la ciudadanía y sus organizaciones empiezan a preguntarse cuánto se ha avanzado y en qué medida va a poder cumplir la nueva mandataria con tan alto y sustantivo compromiso.

El incumplimiento de Lagos de metas parecidas hace difícil remover el escepticismo regionalista al respecto. “Quise estar en Casablanca para decirle también a las regiones de Chile, a las provincias, que mi prioridad como Gobierno será el desarrollo de todos por igual”, dijo entonces la Presidenta Bachelet, añadiendo enseguida: “Chile va a estar incompleto si no se desarrolla armónicamente junto a sus regiones. Un país no se construye sólo desde su capital o de sus grandes ciudades”. “Porque es tiempo de todos, es también tiempo de regiones”. Radiante de buena voluntad en esa histórica jornada de Casablanca, en que enfatizó su estilo cercano al ciudadano común y corriente, la Presidenta Bachelet adjuntó a su definición de la época su personal compromiso con el proceso descentralizador: “Y aquí amigas y amigos les digo que tengo un compromiso con la equidad territorial, con el desarrollo pleno de todos los rincones de nuestra Patria”. “Hay muchas medidas que vamos a implementar para lograr una efectiva descentralización. Entre ellas vamos a impulsar la elección directa de las autoridades regionales, para que sean ustedes, amigas y amigos, los que elijan a quienes quieran que los representen. Pero además, vamos a impulsar una reforma municipal, para que todas las comunas de Chile cuenten con capacidades para responderle a su gente”. En un sucinto balance, dijo además: “Hemos avanzado mucho, especialmente en los últimos años, pero aún yo tengo claro que tenemos enormes desafíos que asumir, especialmente en el desarrollo de las regiones, las provincias, las comunas nuestras”, rematando sus palabras la mandataria con una referencia a la residencia de dos de sus colaboradores en el Gabinete: “He nombrado a dos Ministros que viven en regiones y que van a mantener un permanente contacto con sus regiones de origen, así como todas las Ministras, Ministros y la Presidenta vamos a andar en terreno, muy cerca de todos los chilenos y chilenas”. Es interesante realzar las palabras y la voluntad política de la Presidenta Bachelet porque apuntan a cuestiones esenciales para el desarrollo con igualdad de todos los chilenos. La ciudadanía, sin embargo, recuerda con frustración a este mismo respecto los compromisos del candidato Ricardo Lagos para con la calidad urbana y la descentralización, exhibiendo resultados menos que mediocres para la mayoría, con acrecentada contaminación y manipuleo de indicadores de polución, improvisación territorial, pisoteo del medioambiente y derechos vecinales, altísima conflictividad urbana, intenso centralismo cultural y escasa atención al problema estructural de fondo que padece Chile a este respecto. El afán obsesivo del MINVU por expandir Santiago, las millonarias inversiones en el Metro capitalino, las autopistas urbanas que promueven el uso del automóvil, el monopolio santiaguino del crédito y los depósitos bancarios, son apenas indicios del enorme daño a la equidad nacional que dejó el Gobierno de Lagos y que seguirá aflorando si no se toman medidas draconianas para evitarlo. Salió caro, muy caro, a todos los chilenos, desde Arica a Magallanes, el capricho de la pasada administración de tener aquí una “capital de clase mundial”, soberbia que ha conducido a aumentar desmesuradamente las distancias socioeconómicas entre los chilenos y entre las regiones y la metrópolis santiaguina. El senador Alejandro Navarro, en estos días, ha sido claro en sus metas de ir a una descentralización efectiva del país, atacando la cortapisa estructural de fondo. Gana así la cabecera de los legisladores regionalistas para cambiar el ordenamiento jurídico que posibilita una tan honda diferencia entre la metrópolis y el resto de Chile, abriendo válvulas a la intensa demanda por equidad que ha sido sistemáticamente negada a los habitantes del 98% del suelo nacional al cabo de dos centurias. En la Agrupación Defendamos la Ciudad, así como en todas las organizaciones ciudadanas, se está alerta a las señales de La Moneda para poner en marcha los proyectos y leyes descentralizadoras. Porque, como dijo la Presidenta Bachelet, “es tiempo de regiones”. Esperemos que resulte cierto y no se repita en estos cuatro cortos años el vergonzoso incumplimiento de Lagos. La Presidenta, sin duda alguna, puede contar para tan urgentes y bienvenidos objetivos con la fuerza de la base ciudadana, les guste o no a los partidos políticos oficialistas o de oposición, los que han esquivado hasta ahora toda definición que los comprometa seriamente en soluciones encaminadas al encuentro de la equidad territorial en el país. Redacción Agrupación Defendamos la Ciudad




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