05 Diciembre 2006

Ante el intento del Gobierno de vender al mejor postor el incendiado Edificio Diego Portales, se alzan voces ciudadanas

Como la de Defendamos la Ciudad que promueven su pronta recuperación como Centro Cultural abierto al pueblo.Conozca la Declaración del Arq. Iván González, Director Nacional del Colegio de Arquitectos.

INFORME SOBRE CENTRO DIEGO PORTALES. 18.11.06 1.ANTECEDENTES HISTÓRICOS. El Centro se emplaza en un terreno de 21.500 m2., con una torre de 22 pisos y 15.000 m2, y una placa de 24.000 m2. originales, reducidos después del incendio del 5 de Marzo, a cerca de 14.000 m2. La ocupación de suelo fue de un 37%, dejando 13.600 m2. libres, que hoy están incrementados. Fue construido entre 1971 y 1972 por la Corporación de Mejoramiento Urbano (Cormu), atendiendo a un encargo especial del Presidente de la República, para ser sede de la Unctad III en Abril de 1972, dando cumplimiento a un compromiso internacional contraído por Chile. Después de la Unctad III, que duró seis semanas, el centro pasó a estar bajo la tuición del Ministerio de Educación. El centro se financió en una parte importante gracias a donaciones internacionales y al aporte de los ejecutivos, profesionales, técnicos y demás trabajadores que participaron en el proyecto y su construcción, quienes no cobraron honorarios de aranceles ni su trabajo extraordinario en turnos de 24 horas por día, necesario para cumplir con el plazo. Además, el edificio fue decorado con obras de arte aportadas por artistas chilenos de prestigio internacional, como Roberto Matta, Nemesio Antúnez, José Balmes, Roser Bru, Sergio Castillo y Gracia Barrios, entre varios otros. Todo ello constituyó una acción solidaria y generosa que hizo posible la obra y el cumplimiento de Chile. Después del evento internacional, el edificio fue destinado a actividades culturales bajo como Centro “Gabriela Mistral”, bajo el dominio del Ministerio de Educación y con la colaboración administrativa de la Cormu. 2.UBICACIÓN Y DISEÑO. Debido a los requerimientos planteados, el centro fue ubicado y diseñado bajo tres condiciones básicas: -Proporcionar los espacios adecuados para la realización de la Unctad III y luego para funcionar como Centro Cultural -Lograr que su diseño, cálculo y construcción se completaran en el plazo de nueve meses, lo cual era considerablemente menos de lo requerido en la época para edificios de este tipo y tamaño. -Constituirse en un factor de desarrollo del sector y la ciudad. La determinación de ubicarlo en el sitio que conocemos se debió en parte a que la Cormu ya contaba antes de su inicio con parte del terreno y el proyecto de la torre, lo que contribuyó a cumplir con el plazo requerido. Sin embargo, ello planteó importantes exigencias respecto al sector de emplazamiento, a saber: que el edificio lograra su integración con éste y que no se constituyera en una interrupción de la relación espacial entre la Remodelación “San Borja”, con su importante área verde central y el Parque Forestal, establecida como parte conceptual de esta remodelación desde sus inicios. Esto se lograba mediante tres conceptos básicos de diseño: 1La formación de una plazoleta abierta al uso público e integrada al barrio en la parte norte del terreno. 2.La apertura y transparencia del sector oriente del primer piso de la placa, donde se ubicó un comedor popular, y 3.La continuación posterior de la remodelación del sector, en especial con el objeto de abrirlo hacia el Parque Forestal. Desgraciadamente, en 1973 junto con la ocupación del edificio por la Junta Militar, se procedió a eliminar el comedor popular y cerrar completamente no sólo el edificio, sino que también sus terrenos circundantes. Obviamente, también se interrumpió la idea de realizar la remodelación del sector, con todo lo cual no sólo se perdieron los objetivos de desarrollo antes señalados, sino que al permanecer cerrados el edificio y sus terrenos, impidieron toda comunicación espacial de su entorno próximo. Esta situación se ha mantenido hasta hoy, a pesar de algunos intentos posteriores por mitigarla, como la ocupación de las salas de la placa en actividades civiles y la apertura al tránsito peatonal diurno alrededor del edificio. Pero estas medidas no han solucionado el problema espacial que resulta de lo hermético y voluminoso del volumen, el cual ha establecido una muralla cerrada de más de dos cuadras hacia la Alameda y, en general, ha dificultado el desarrollo del sector y la continuidad urbana entre el centro de la ciudad y su oriente, cuya puerta de acceso es la Plaza Italia. 3. DESARROLLO DEL SECTOR A pesar de la existencia del Edificio Diego Portales que, como una ciudadela amurallada obstruye las comunicaciones en el área, desde hace unos 30 años, el sector que ya contaba con algunos centros culturales y con dos de las áreas verdes más importantes de Santiago, como son el Parque Forestal y el Cerro Santa Lucía, comenzó espontáneamente a impulsar un fuerte desarrollo recreativo y cultural, en especial a lo largo del corredor Lastarria – Merced – José Miguel de la Barra, hasta el Palacio de Bellas Artes. Esta tendencia hacia el desarrollo con base en las actividades culturales y recreacionales, se generó con mucha espontaneidad y fuerza, gracias a la existencia de algunos núcleos menores, como la plazuela Mulato Gil de Castro y la proximidad de otros centros, como el Palacio de Bellas Artes, el Parque Forestal el barrio Bellavista y el Cerro Sta. Lucía. También ha contribuido a impulsar este desarrollo, la aprobación de un Estudio Seccional en la I. Municipalidad de Santiago, que declaró “Zona Típica” a las calles Bueras, Merced (frente al Forestal), EE.UU., Villavicencio, Rosal, Victoria Subercasseaux y Lastarria, desde Padre Luis de Valdivia hasta Merced, que constituyen un sector adyacente al Centro Diego Portales. Así es como hoy, dentro de un radio de cinco cuadras desde este Centro, el sector cuenta con el siguiente equipamiento del rubro: -Museos: 3 (Nacional de Bellas Artes, de Arte Contemporáneo y de Artes Visuales) -Institutos Culturales: 3 (Chileno-Británico, Chileno-Francés y Goethe) -Sedes Universitarias: 3 (Central de la U. Católica, incluido su Centro de Extensión; Miguel de Cervantes y las Facultades de Arquitectura y Economía de la U. de Chile). -Bibliotecas públicas: 3 (incluida la Biblioteca Naciona). -Parques: 3 (Forestal, Bustamante y Cerro Sta. Lucía) Paseos peatonales: 2 (Lastarria y Mosqueto) -Estaciones de Metro: 3 (U. Católica, Baquedano y Bellas Artes) -Salas de teatro: 4 -Salas de Cine-Arte: 3 -Librerías: 21 -Varios Institutos Técnico-Profesionales, Cafés Literarios, Obras declaradas Monumento Nacional o de Interés Histórico, Tiendas de videos y música, Cafés y Restaurantes calificados. Este equipamiento ha producido una actividad creciente, que contribuye a la difusión de la cultura y fomento del turismo, con aumento en los fines de semana y que conviene estimular. 4. DAÑOS POR INCENDIO. El incendio de Marzo pasado destruyó cerca del 40% de la placa, en su ala oriente, dejando sólo en condiciones de uso las fundaciones y soportes verticales de su obra gruesa. Este daño trajo como consecuencia, además, dos efectos principales: un revuelo en los medios por recoger variadas opiniones acerca del uso futuro y forma de reconstrucción del edificio y el despeje del sector de la Alameda, que ha ganado en sensación espacial. 4.POTENCIAL FUTURO. Actualmente, el Centro está bajo la tuición administrativa del Ministerio de Defensa. El incendio abrió la posibilidad cierta de modificar su futuro y el de su entorno, lo cual lógicamente debería hacerse buscando un impulso para el desarrollo. Ante las características antes reseñadas, tanto del edificio como del sector de su emplazamiento, aparece como lo más lógico y positivo el retorno de su uso al original, de Centro Cultural, que incluso podría combinarse con algún otro uso compatible, para aprovechar la superficie edificada. Asimismo, ha surgido como positiva la búsqueda de alguna solución espacial que otorgue una apertura hacia la Alameda, al tiempo que una mayor integración con todo el entorno, incluyendo la zona situada al sur de ésta. La búsqueda de una comunicación con el Parque Forestal y la calle Lastarria, también aparecen como factores de un mejor desarrollo. Por otra parte, conocidos los antecedentes de la gestación del Centro, que reafirman su condición de patrimonio de toda la ciudadanía, se aprecia como inconveniente su venta al sector privado, lo cual además de presentar el riesgo de un uso que dificultaría el desarrollo del sector, tendría serios cuestionamientos éticos. Así apreciada la situación, el acuerdo del Directorio Nacional del Colegio, de promover el llamado a un Concurso Público para determinar el desarrollo del sector y luego el uso del Centro y su reconstrucción, se ve reforzado por la argumentación que surge de los antecedentes descritos. Por lo tanto, se recomienda la insistencia en este procedimiento que, además, es el más transparente y el que recogería de mejor manera todos los aportes técnicos sobre la materia. Santiago, Noviembre 20, 2006 Iván González Tapia Director Nacional



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