03 Febrero 2015

Descaro sin límites: Inmobiliarias se apropian del Mapocho y buscan destruir parque

Con beneplácito de Municipalidad de Vitacura, que parece pensar más en los negocios que en la calidad de vida de los vecinos, se está a punto de cometer una aberración: mutilar áreas verdes en la ribera del Mapocho, por presión de inmobiliarias. Vecinos y arquitectos en pie de guerra.

Basta pasar por Costanera, Kennedy y otras vías del sector oriente, para ver cómo una impresionante obra vial se encuentra en plena ejecución. Túneles, puentes, conexiones interurbanas, ensanchamientos de calles y todo tipo de trabajos en las vías, tienen al borde de la locura día a día a automovilistas y vecinos. Más arriba, en La Dehesa y otras comunas interconectadas, se continúa con la desorbitada construcción de proyectos inmobiliarios, que generarán sin duda mayor congestión.

Detrás de la modernidad, el negocio

Pero más allá del avance que puedan representar estas obras, se esconde también un negocio que favorece a inmobiliarias que presionan sin medir el daño al medio ambiente y a los vecinos. Se trata de una tremenda inversión que sustentan particulares por la vía de concesiones, las que luego usted, como usuario de tales vías termina pagando en el tiempo.

En la misma parte alta de Vitacura existen proyectos que pugnan por lucrativos desarrollos inmobiliarios, los que representan un crecimiento de cerca de 7500 nuevos estacionamientos. Esos vehículos requieren para acceder al centro cívico y financiero de la ciudad, una vía de acceso y evacuación. El alcalde Raúl Torrealba (RN) proyectó, presionado por las inmobiliarias, como señalan vecinos y profesionales, dar la salida destruyendo un parque de dos kilómetros de extensión, entre La Aurora y Padre Hurtado, en la ribera sur del río Mapocho.

Dos son los problemas que aquejan a los vecinos. Por una parte, la construcción de un puente, sin que se hayan implementado aún aquellos que ya están aprobados, que partiría en dos al parque. Ese puente está proyectado frente a calle El Crepúsculo. El segundo es la construcción de dos vías que terminarían por arrasar con el señalado parque y se apropiarían, en favor de las inmobiliarias, de la ribera del río Mapocho.

 Inédito: destruir área verde y construir calles

La situación que ha alcanzado ribetes de escándalo, ha provocado que los vecinos del sector se movilicen, incluso marchando en protestas que han reunido a miles de ellos. Motivados por no ser solo oposición, sino que generar alternativas al grave problema de congestión que se avecina, se han reunido con profesionales del área y con la Fundación defendamos la Ciudad, con quienes han levantado una "propuesta sustentable" de alta rentabilidad social, que es lo que al final del día importa.

No pareciera ser la posición del municipio. Así lo denuncia Patricio Herman, líder de Defendamos la Ciudad: "El alcalde Raúl Torrealba, con el apoyo de la mayoría de los concejales, escuchando la propuesta de unos expertos contratados para tal fin, anunció un Plan Maestro Express que busca iniciar en el corto plazo nuevas obras viales que dejarán tranquilos a los inversionistas inmobiliarios. La Dirección de Obras Municipales no está en condiciones de cursar los permisos requeridos porque éstos no cuentan, con los obligatorios Estudios de Impacto Sobre el Sistema de Transporte Urbano", asegura el dirigente.

"Lo que el municipio pretende, es ensanchar Escrivá de Balaguer, adyacente al parque, mutilándolo en toda su prolongación para dar cabida a una avenida de alta velocidad, la que se relaciona con la ejecución de puentes que conectan las zonas del norte del río Mapocho, obras indispensables para dar cabida a los mencionados proyectos. Los vecinos que buscan preservar su área verde han propuesto soluciones ingenieriles sustentables, aunque más onerosas, siendo la más viable la que consiste en soterrar bajo el parque las futuras pistas de circulación vehicular", explica a Cambio21.

Torrealba no "pesca" a los vecinos

Sin embargo, dicha solución no es la tenida a la vista por el alcalde de Vitacura: "Es increíble que el mismo Alcalde no haya estudiado hasta hoy el proyecto que los vecinos, con el apoyo de equipos de arquitectos le presentamos con alternativas sustentables. Nosotros no estamos en contra del progreso, muy por el contrario, pero progreso no es sinónimo de destrucción de áreas verdes, sobre todo cuando hay alternativas concretas, de gran beneficio social en relación al costo que puedan implicar", afirma Carmen Schmitt, quien es dirigente de los vecinos del sector..

"La reunión de esta semana con el Alcalde de Vitacura fue frustrante, desde el punto de vista de que reconociera que ni había mirado el proyecto que le presentamos hace meses. Le suplicamos que lo estudiara, pero eso pasa recién ahora. Tenemos sin embargo esperanza que recapaciten y analicen y le den viabilidad al nuestro proyecto. Tengo esperanzas que hoy estemos más cerca del entendimiento, a pesar de la oposición de personas como Iván Poduje y su equipo de profesionales, así como las inmobiliarias detrás de esta aberración", señala a Cambio21 la dirigente.

Iván Poduje es asesor de la Municipalidad de Vitacura. Para el arquitecto, el problema es que en este caso, "donde hay 47 torres de edificios entre Tabancura y Padre Hurtado, se tiene sólo una calle con una pista por lado, lo que no es razonable". No comparte que la vía pase bajo tierra, sin afectar el parque, pues "la Costanera Sur es una avenida en superficie de 30 kilómetros de largo. ¿Es razonable que en un sector concreto de un barrio esto se haga en túnel minero, como ellos piden, para que no se vea? A mí me parece que no es razonable", señala.

Ganancia empresarial versus costo social

Pero los profesionales que han intervenido en la contrapropuesta, indican que no es una cuestión solo de "vista", es un tema más delicado. Esa es la posición del arquitecto Pablo Redondo que es parte de quienes elaboraron la alternativa que el alcalde ni ha visto. "La cuestión de fondo es cómo solucionar el problema vial, que no solo es de Vitacura, sino que de la Región Metropolitana completa, lo que es difícil de solucionar, pues la tasa de automóviles crece seis veces más rápido que la cantidad de calles que se construyen", manifiesta el profesional.

El arquitecto Pablo Redondo asegura que "nadie discute que Vitacura necesita hacer más calles, lo que está bien, sin embargo, las calles que la Municipalidad está proyectando están sobre un parque que ya existe, lo que constituye no solo una falta grave a la sociedad, a la ciudad, que implica destruir un área verde, sino que se trata de un proyecto súper facilista y retrógrado. Hoy es impresentable ello, pues en ninguna ciudad del mundo, ningún profesional medianamente bueno, plantee poner una calle sobre un parque".

Para el profesional no es lo único: "Aparte del tema de las calles, está el problema de los puentes. En el plano regulador hay una serie de puentes que ya fueron proyectados y que unen la Costanera Norte con la Costanera Sur, lo que es correcto, pues es necesario conectar las riberas. El problema nace al proyectarse un puente nuevo que amenaza el parque sin que previamente se haya ejecutado uno ya aprobado cual es el puente Padre Hurtado, lugar que sí reúne las condiciones por el ancho de su avenida, las condiciones viales, etcétera", indica.

Con Dios y el diablo

La Municipalidad ha manejado dos discursos, sostiene el abogado y dirigente de la Junta de Vecinos A-14, Hernán Vergara: "Aquí el alcalde tiene un discurso público y otro privado, dado que, en las reuniones de trabajo que hemos mantenido con los técnicos de los ministerios de Vivienda y Obras Públicas, la gente de la Dirección de Obras Hidráulicas han señalado que es inviable tocar la caja del río, la que ya está disminuida a su máxima capacidad. Fueron enfáticos en que no se podía usar".

El alcalde Torrealba mantiene esperanzas de responder a los requerimientos de las inmobiliarias: "El Ministro de Obras Públicas mandató al Instituto Nacional de Hidráulica, la máxima autoridad del área, a que haga los estudios para ver si se puede hacer algo, y cómo podrían hacerse esos trabajos. Ojala se puedan hacer".

Carmen Schmitt estima que sería desastroso si se llevara a cabo: "Eso provocaría tal saturación, tal atochamiento, que reventaría, literalmente, todo un barrio residencial de 44 edificios con cuatro mil familias, 12 mil residentes. Se mutilaría un parque de dos kilómetros, que terminaría irremediablemente cortado en dos. El Parque no es solo un lugar de recreación para los vecinos que viven en el sector, lo que ya es bastante, sino que además un pulmón verde de la ciudad que no puede ser destruido para satisfacer intereses de las constructoras".

"Una brutalidad"

La dirigente vecinal asegura que "A nivel mundial es insostenible buscar destruir un área verde para construir veredas y calles que solo benefician a las empresas constructoras interesadas en construir proyectos inmobiliarios que tienen proyectados. Nos obligan a recibir todo el flujo que debiera transitar por la caletera de la Costanera Norte. Además tienen planificados 7500 estacionamientos, situación que supera incluso el impacto del Mall Costanera Center, es una brutalidad".

Absolutamente de acuerdo se manifiesta Pablo Redondo: "Esta es una franja de área verde, pues así está declarada en la Ley y en el Plan Regulador, por lo que se trata de un bien nacional de uso público, una zona que es de todos los chilenos, no solo de la gente del barrio y de quienes lo disfrutan. Pero también se trata de un bien protegido que no se debiera tocar".

"Proyectan puentes sin ni siquiera haber hecho los ya aprobados -señala Redondo-, dicho puente no tiene ningún sentido vial, pues al salir de la vereda norte, choca con un conjunto de edificios y ese tremendo flujo se desplazaría sobre la avenida nueva que quieren hacer sobre el parque para llegar a Padre Hurtado. 7500 estacionamientos que tienen que evacuar, pero que no lo hacen por el camino lógico, que es por la caletera hasta Padre Hurtado, por la oposición de influyentes vecinos de ese sector que no quieren "molestias" en su barrio. Eso es lo único que justifica esta aberración", reclama.

Apropiándose del Mapocho

Pero no es lo único que preocupa a los profesionales y vecinos: "Importa mucho ver además cómo afecta cualquier obra que se haga en el sector sobre el río Mapocho. Sobre todo teniendo en cuenta que esa es una zona de desbordes en que cada crecida del río se han debilitado fuertemente los gaviones de protección, sus fundaciones, pues se ha minado su resistencia y base, con el consiguiente peligro. En cada crecida se lleva una parte de rocas y suelo", afirma el arquitecto.

"La ribera del Mapocho es parte del parque metropolitano, un bien nacional de uso público, que no acepta propiedad privada ni tampoco que se disponga a su respecto para uso de franjas viales", señala de manera categórica Pablo Redondo y agrega: "En eso se vulnera la Ley apropiándose de esa ribera que es bien de todos. Son 15 años desde que con un tremendo esfuerzo se llegó a construir este parque que hoy se pretende mutilar. Inconcebible que el esfuerzo de vecinos, inmobiliarias que aportaron a la construcción de esta zona verde y la misma Municipalidad, hoy se use su destrucción como solución para dar curso a negocios y que más encima se haga sobre una zona prohibida", espeta.

Carmen Schmitt agrega otro antecedente: "Es necesario agregar a eso que el impacto de ruido, de acuerdo a los estudios que allegamos a la Municipalidad y que hasta ahora ni se han estudiado, demuestran que el sector está al borde de la saturación, lo que la Organización Mundial de la Salud, estima sumamente peligroso. Es cosa de imaginar qué sucederá con la incorporación vial con 7500 vehículos más transitando por dicho sector. Para nosotros es un Tsunami", se lamenta.

 Una solución sustentable

Nuestra propuesta, en cuanto al puente, es su traslado al ya aprobado de Padre Hurtado. Lo segundo es que la avenida que la Municipalidad y las inmobiliarias promueven, es que vaya al extremo norte del parque, bajo éste (subterráneo) y en el borde con el río, sin que se afecte el área verde y su continuidad. Eso ayudaría además a actuar de soporte al río Mapocho y redundaría además en seguridad para todos. Con esto no se le quita "caja" al río Mapocho, por ningún motivo. Es necesario priorizar en el beneficio social y no en el beneficio económico de unos pocos.

Fuente: http://www.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20150131/pags/20150131031415.html



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