01 Noviembre 2012

Ramiro Mendoza: “El ciudadano frente al Estado no está en la lógica de recibir algo, sino que en la de exigir algo”

El contralor general de la República, Ramiro Mendoza, accedió a la invitación que CIPER le hizo para que presentara en la Feria del Libro su segunda antología de reportajes de investigación. En el evento que se realizó el martes 30 de octubre, afirmó que existe una “hermandad” entre la Contraloría y CIPER por las auditorias e investigaciones que realizan, ya que ambos cumplen un rol de control. A su juicio, la publicación llega en un momento de cambio social, en el que la población se está empoderando y tiene hambre de información y fiscalización de los organismos públicos. “Cada ciudadano está despertando desde el punto de vista de la titularidad de sus derechos frente a la sociedad”, dice. CiperChile 31 de octubre 2012.

Estoy en la más sana y leal expresión de “pollo en corral ajeno”. Es lo primero se me viene a la cabeza. El hecho de que haya tenido el privilegio por parte de Mónica González de invitarme a la presentación de “Lo mejor de Ciper 2” me produce sensaciones extraordinariamente encontradas. La primera, es decirles en general que la Contraloría General de la República (CGR), y en particular este contralor, no es muy bueno para las cosas públicas sociales. Nuestra función, que es más bien anónima, causa cierto impacto en la sociedad civil y en la sociedad estatal, pero de una u otra manera, pensando las razones por las cuales Mónica ha tenido la gentileza e interés de invitarme, desde la vereda del control público hacemos también un trabajo de investigación que tiene una cierta hermandad con el trabajo que hace CIPER. Con objetivos distintos, con fines diferentes, pero que nos hermanan desde el punto de vista del control.

En CIPER se hace de verdad un control periodístico desde el punto de vista del funcionamiento de situaciones personales e institucionales, desnudando y develando situaciones que a veces ponen en riesgo la credibilidad y que aminoran y, ciertamente, producen un tremendo daño en el funcionamiento de las instituciones y en algo que es esencial para que las cosas funcionen. Cada uno de los artículos que tiene este libro, afectan o ponen de relieve algo que es extraordinariamente valioso y que no debemos nunca perder. Y si lo estamos perdiendo, preocuparnos. Y si ya lo perdimos, recuperarlo.

Me refiero esencialmente al fenómeno de la confianza: lo que hay en estos doce trabajos son elementos que apuntan a minarnos la confianza por el mal funcionamiento de instituciones y de la legislación por el contubernio muchas veces de intereses económicos que se aprovechan de situaciones particulares sobre espacios que el legislador construye y que seguramente, de una u otra manera, tiene una visión originaria de una política pública que termina por enredarse y envolverse hasta ocultar o hacer bien difuso y lejano los intereses que consagraron una determinada institucionalidad.

Entonces tenemos un control periodístico. Hay también un control que cada uno de nosotros puede levantar a través de la opinión: el control político. Desde el punto de vista de las diferentes opciones que cada uno de nosotros tiene, hay un control estatal donde efectivamente la Contraloría General tiene un lugar privilegiado por el estatuto de la propia Constitución. El sistema nacional de control del Estado se materializa efectivamente a partir de la CGR respecto de una cierta credibilidad o confianza en la juridicidad de los actos de la administración. Nos dedicamos a una cosa que la gente no entiende, pero créanme que la toma de razón es un tremendo valor, y nos dedicamos también a interpretar y a ser coherentes con lo que dicen las leyes respecto a la administración.

Pero en realidad, donde más nos hermanamos con el trabajo de CIPER, es desde el punto de vista de control, de investigar, de escudriñar y de vigilar el gasto público que cada uno de ustedes fomenta y deposita sobre la base del pago de los impuestos y que termina siendo gastado en lo que las decisiones legislativas imponen como una fuente decente de gasto. Ni siquiera estoy hablando de una situación política, sino que como una fuente normativa decente de gasto. Y estos controles en el último tiempo han tenido una presencia extraordinariamente activa, y yo creo que ahí es donde está lo valioso de esta publicación: han tenido una presencia activa de un control que no teníamos noción de que existía y del poder de su existencia. Me refiero esencialmente al control social, a que cada ciudadano está despertando desde el punto de vista de la titularidad de sus derechos frente a la sociedad y ese es un control nuevo que requiere una preparación diferente. Es un control nuevo que requiere fuentes diferentes, un entrenamiento diferente.

En las vertientes de este entrenamiento yo creo que hay dos elementos muy valiosos y que quiero destacar a raíz de esta publicación. Una vertiente es el periodismo investigativo serio, que es del ciudadano que se alimenta de los medios de prensa, de la instantaneidad de la televisión o a lo mejor de la dureza de la información del periódico, y que necesita un trabajo más digerido, más completo y que acuda de manera diferente a la fuente. Eso es lo que caracteriza a estos 12 trabajos de investigación. Algunos, se hermanan con trabajos que ha hecha la propia CGR, como por ejemplo, el famoso CAE y el financiamiento del sistema universitario chileno. Ahí hay todo un contexto que desnuda esta publicación que es tangencial y que a veces han abordado directamente informes de auditoria de la CGR. Hay en esto una hermandad tremenda.

Y la segunda vertiente es la preparación: este ciudadano que necesita un dato duro, más serio y digerible que está en un trabajo investigativo que se distribuye por la web, pero que necesita un fenómeno de compilación y difusión que materialice un libro como éste. Eso es un tremendo aporte. Y hay otro aporte que da cuenta de que ese control social también puede alimentarse de situaciones institucionales y me refiero fundamentalmente al hecho de que desde junio de 2007, todos los informes de auditoría de la CGR son públicos. Están en la página web y créanme que eso ha desnudado una habilitación diferente al ciudadano activo de la situación política en torno a sus intereses. Para las visitas que tiene la página, el hecho de que muchísimos informes de CIPER citen el informe, es un tremendo activo. Eso hace que este nuevo control social tenga instrumentos serios de trabajo para la generación de un nuevo tipo de ciudadano frente al Estado.

Hoy el ciudadano frente al Estado no está en la lógica de recibir algo, sino que en la de exigir algo. Y es mucho más directo respecto al Estado. Hace un mes inauguramos una página de denuncias ciudadanas y de sugerencias de fiscalización y ya se han presentado 295 accesos de denuncias y sugerencias de fiscalización que dicen se relacionan con situaciones que como las de estudiantes universitarios que reclaman porque no reciben las Becas Chile, que están en una lista de espera que no entienden. Para qué decirles en el mundo de la fiscalización en torno a una situación que se aproximó a una contienda electoral desde el punto de vista municipal. Tuvimos que modificar nuestra matriz de fiscalización por la transversalidad de las denuncias sobre el mal uso de recursos públicos en municipalidades de todos los lados. No es que un sector sea menos que el otro: hay una suerte de equilibrio cómplice desde el punto de vista de seguir o de acceder con los privilegios que significa ser un incumbente ya activo en el ejercicio del poder municipal. Todos estos problemas que van naciendo nos generan un nuevo tipo de sociedad. Hoy existe una tremenda sorpresa respecto a una situación que aconteció en un municipio de la zona oriente de Santiago, que una dueña de casa accede a la Municipalidad. Esto tiene que ver con lo que está pasando, con ese control social del cual les estoy hablando. Un control social que cada vez va a ser más activo. Y cada vez vamos a necesitar trabajo de mejor calidad desde el periodismo.

Cuando uno lanza un libro, es el resultado de un parto, pero tiene el defecto de que cuando es el segundo, uno quiere que esté un poquito mejor. Y cuando tiene un segundo y va a lanzar el tercero, las condiciones son cada vez más duras, desde el punto de vista de lo que exigimos y lo que esperamos de esta materia periodística. Quiera dios que CIPER sea un eje mejor que éste y que el Ciper 3 tenga cada vez más lectores que se preocupen de lo que está en este libro. Lo que está en este libro es síntoma de preocupación, es síntoma de desconfianza, pero también es síntoma de esperanza. Porque una sociedad que está bien informada, una sociedad que tiene fuentes confiables desde la investigación periodística, es también una sociedad que tiene la oportunidad de poder volver a creer en sus instituciones, sea lo que sea lo que desnuden esas investigaciones.

Así que, desde esa perspectiva, le agradezco a Mónica que nos haya invitado. Ya estoy acá pasado un rato y sigo sintiéndome como “pollo en corral ajeno”. Pero seguramente ustedes frente a mí se sienten tan pollos como yo frente a ustedes.



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