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Compagnon debe querellarse en contra de Díaz. Si no lo hace significaría que, inventó que esos mil millones tenían como destino la cuenta corriente de la Primera Mandataria.
El 8 de junio pasado el columnista Hermógenes Pérez de Arce publicó en Estrategia la columna “Mil millones”, refiriéndose a lo que dijo Juan Díaz, operador inmobiliario UDI, en una conversación telefónica interceptada por Carabineros, interesante suma de dinero que, según aquel, iría a los bolsillos de Bachelet, delicado asunto que fue divulgado como escándalo por la revista Qué Pasa.
Por ese motivo la Presidenta interpuso una querella criminal en contra del director de ese medio y de los periodistas que redactaron la nota, acción judicial que compartimos en todos sus términos porque la libertad de expresión tiene un límite, tal como el derecho de propiedad, según nuestra Constitución, está subordinada a ciertos bienes públicos.
El lenguaraz Díaz acusó a la nuera de la Presidenta de haberle confesado “ese secreto” y ésta hasta ahora no lo ha desmentido, silencio que pone en un trance a la familia presidencial.
Por otro lado, un ingeniero experto en cobre que se había desempeñado profesionalmente en Cochilco denunció a Caval en orden a que algunos de sus trabajos técnicos habían sido plagiados por la multifacética empresa de la dupla Compagnon-Valero para entregárselos como propios a un conocido empresario rancagüino, el cual le habría pagado a Caval por esos consistentes informes técnicos una cierta elevada suma de dinero.
Sabemos que la comunidad de periodistas, cual Sociedad de Socorros Mutuos, ha estado criticando corporativamente al gobierno por la legítima decisión que adoptó Bachelet y serán los tribunales si hubo un ánimo de injuriar por parte de ese semanario, pero es urgente aclarar lo que dijo Díaz y en tal sentido Compagnon debe querellarse en contra de él y si no lo hace significaría que, para acelerar el especulativo negocio inmobiliario, inventó que esos mil millones, una fracción de la utilidad de la reventa de los predios, tenían como destino la cuenta corriente de la Primera Mandataria y en tal evento Díaz le dijo a su anónimo interlocutor telefónico lo que él había escuchado de parte de la copropietaria de Caval.
Y en este escenario la situación se pondría muy embarazosa, no solo para todos los intervinientes, sino también para el propio gobierno.
Fuente: http://www.estrategia.cl/8868/Columna