30 Octubre 2014

Otra vez el poder inmobiliario

Columna de opinión de Patricio Herman de Defendamos la Ciudad publicada en portal Quinto Poder el 29 de octubre de 2014.

Existe en una extensión de casi 2 kilómetros, con un ancho promedio de 80 metros, entre las calles La Aurora y Padre Hurtado, comuna de Vitacura, un parque consolidado gracias a las  9 mil UF entregadas como mitigación a la Municipalidad por la constructora Viviendas 2000, empresa que hace algunos años atrás edificó en predios baldíos que supuestamente formaban parte de la cuenca del río Mapocho, unos conjuntos residenciales en altura, de excelente calidad, enfrente de la Avenida Escrivá de Balaguer, colindante esta vialidad con la ribera sur del mencionado río.

Los vecinos han incorporado a su patrimonio esa magnífica área verde, y se resisten a perderla porque se intenta ensanchar dicha vía a costa del parque, para absorber los nuevos flujos que provendrían de unos cuantos negocios inmobiliarios que están en compás de espera.

La mayoría del Concejo Municipal, con el alcalde Torrealba a la cabeza, asistidos por entendidos contratados a honorarios, desean construir a la brevedad 3 puentes para conectar ambas zonas y así transformar esa tranquila calzada en una vía más amplia de alta velocidad. Dos concejales, Terrazas y Moena, de una u otra manera han escuchado a los vecinos y promueven una participación ciudadana de verdad, tal como está establecido en la Ley Nº 20.500.

El 21/08/06, la Contraloría General de la República emitió su dictamen Nº 38824, en el cual declaró varias ilegalidades cometidas con la tramitación de estos permisos, las que quedaron impunes, conforme a la habitualidad en este tipo de asuntos.

El cerro Alvarado, localizado al norte del río, es un “cerro isla”, es decir, es un área verde en el “Sistema Metropolitano de Áreas Verdes y Recreación” del PRMS, pero gracias a la “buena voluntad” de un ex Seremi de Vivienda y Urbanismo, se estableció que sólo su cima, definida por la cota 900 msnm, es área verde y por ello los dueños de sus laderas, tipificadas como parcelas, solicitaron años atrás, cuando no existía el Plan Regulador en Vitacura, 2 permisos de loteos bajo los cánones técnicos vigentes entre los años 1995 y 1997, es decir, acogiéndose a las permisivas normas fijadas en el artículo 3º transitorio del PRMS, y sin ingresarlos al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) y sin contar con el Estudio de Impacto Sobre el Sistema de Transporte Urbano (EISTU).

Hubo una seguidilla de nuevos permisos derivados de los anteriores. Para evitar que caducaran se hacía un montaje, recordando que este tipo de actos administrativos caducan automáticamente a los 3 años si no se inician las obras. El 21/08/06, la Contraloría General de la República emitió su dictamen Nº 38824, en el cual declaró varias ilegalidades cometidas con la tramitación de estos permisos, las que quedaron impunes, conforme a la habitualidad en este tipo de asuntos.

¿Por qué hemos expresado lo anterior ?

Por la sencilla razón de que los innumerables proyectos de edificios, localizados al norte del río, todos de alta carga de ocupación, muchos de los cuales están situados en la misma zona, en terrenos planos en el sector de El Portezuelo, incluyendo un mall top, acogidos todos éstos a las normas del PRC de Vitacura que empezó a regir en diciembre de 1999, necesitan nuevas vialidades, imposibles de ejecutarse por falta de espacio, y por ello sus agresivos titulares presionan al municipio para que éste les resuelva el inconveniente del tránsito vehicular que generarán sus negocios.

Los inmobiliarios del cerro Alvarado, insisten en conservar las normas urbanísticas muy permisivas de hace 18 años, a pesar de que, tal como lo dijimos, los permisos y sus modificaciones ya caducaron, y no sabemos si la actual Directora de Obras Municipales exigirá el cumplimiento del artículo 1.4.17 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, que trata esta materia. Si se aplica la ley se descomprime la compulsión, aunque se reduce en un cierto porcentaje la rentabilidad de la inversión privada.

En este complejo escenario, la Municipalidad de Vitacura y sus expertos se resisten a aceptar la propuesta de los vecinos de Escrivá de Balaguer para que la nueva vialidad se ejecute utilizando la modalidad de túnel minero, bajo el parque, tal como está proyectada la concesionada autopista Américo Vespucio Norte, en el tramo de Vitacura y Las Condes. Como segunda opción, proponen que la vía se construya ocupando un reducido espacio en terraplén de la caja del río.

Pero como en estos tiempos todo se mide en dinero, teniéndose en cuenta que estas obras de mitigación vial son asumidas, como es lógico, por cuenta de los inmobiliarios, a quienes las autoridades públicas permanentemente les cuidan los bolsillos, se ha preferido la alternativa más barata, cual es, eliminar el parque, ensanchando la avenida existente, aunque esta decisión perjudique para siempre a una comunidad que se encariñó con su apacible barrio dotado de un parque muy arbolado que entrega servicios ambientales y que fue desarrollado por competentes paisajistas.

Como esta discrepancia se mantendrá, ¿será necesario que otras instancias de superior rango intervengan para que, finalmente, prime la racionalidad ? Creemos que sí, pero también es posible que nuevamente opere la aplanadora inmobiliaria y desaparezca para siempre el aludido parque que tanto defienden sus vecinos.

Fuente: http://www.elquintopoder.cl/ciudad/otra-vez-el-poder-inmobiliario/

 



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