15 Junio 2007

¡Se salvaron las Palmeras!

Columna de opinión de Patricio Herman, publicada en revista El Periodista el 15 de junio de 2007.

Columna de opinión de Patricio Herman, publicada en revista El Periodista el 15 de junio de 2007. En columna ¡A desterrar las palmeras! publicada el 24 de Noviembre de 2006 dimos cuenta del intento del alcalde de Providencia de ejecutar en el subsuelo de la plazoleta Juan XXIII, situada en la esquina de Antonio Varas con 11 de Septiembre, un estacionamiento público. Como el hombre no tenía mayor interés en preservar esas magníficas especies vegetales y como creía que la Corema iba a aprobar la destrucción de ese patrimonio urbano-ambiental, muy suelto de cuerpo suscribió unos contratos con la empresa Azvi para que hiciera el negocio. Cuando los vecinos tomaron conocimiento del urbanicidio ad portas, se organizaron para defender sus 48 espléndidas palmeras que le dan una impronta especialísima a la plazoleta. Sus dirigentes enviaron cartas al edil y tuvieron la paciencia de hacer un trabajo casa a casa para unir voluntades en la tarea de exigirle al municipio que el dichoso estacionamiento se hiciera bajo las calles circundantes. Ellos, conscientes de sus derechos ciudadanos, rechazaban la destrucción de su espacio público. Pero, majaderamente el titular del proyecto ingresó al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), el cual se encuentra en trámite y a fines del año 2006 presentó a la autoridad sectorial una Solicitud de Aprobación Provisoria (SAP), la que quedó supeditada a resolver civilizadamente lo relacionado con la preservación de las palmeras. A pesar de que Labbé es considerado un estratega militar, en este episodio se equivocó al mover sus piezas, porque en la sesión del 07/06/07 de la Corema, por amplia mayoría de votos, se rechazó el Plan de Manejo del traslado de las palmeras a un parque de La Reina, elaborado por una paisajista de confianza de Azvi : no se garantizaba que ellas volvieran con vida a su espacio de origen. En efecto, se rechazó la SAP y se estableció que el titular del proyecto está en condiciones de continuar con la tramitación del EIA, pero modificando el lugar de la ejecución de las obras, ya que la plazoleta Juan XXIII y sus dignas palmeras son intocables. En la Corema expusieron los vecinos Francisco Bravo y Jorge Salas, ambos líderes del Movimiento “Salvemos la Palmeras”, quienes argumentaron que en un gobierno como el actual es indispensable que la autoridad escuche las demandas de la comunidad organizada, más aún si hay una diferencia abismante entre quienes están a favor y en contra de la depredación : 78 versus 3.500 voluntades. Y en tal sentido recordamos las palabras del vecino Frano Papic, ilustre apellido de un antiguo político. Cuando conoció el resultado de la votación dijo “es una clara señal de responsabilidad social porque se privilegió la preservación del patrimonio ambiental de nuestro barrio”. En todo caso es destacable lo que dijeron los expositores, cuando fundamentaron sus votos, y aseguramos que el didáctico discurso del ingeniero agrónomo José Iván Torres, gobernador de Chacabuco, influyó decisivamente para que la Corema adoptara la posición correcta. En rigor, el profesional aludido dio una verdadera clase magistral de cómo se deben tratar las especies vegetales. Es decir, cuando las evaluaciones ambientales se hacen seriamente, gana la ciudadanía.



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