Defendamos la ciudad

Por Patricio Herman P, de la Agrupación “Defendamos la Ciudad”, publicada en El Mercurio en el suplemento "Urbanismo y Construcción" el 21 de julio de 2005. La Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, nos invitó el martes 12 de julio pasado con el propósito de que le diéramos a conocer nuestra opinión sobre el proyecto de ley que limita la recuperación del 65% del IVA que las constructoras pagan por los materiales que se utilizan en las viviendas que venden. El sector de la construcción, uno de los gremios empresariales mejor organizados, está obteniendo muy buenos niveles de ventas por las bajas tasas de interés del sistema financiero y por las importantes deducciones de impuestos en las declaraciones del global complementario que benefician a todos aquellos particulares que adquieren viviendas a través de créditos hipotecarios. En un principio tales beneficios se establecieron por períodos escalonados para incentivar la compra de “viviendas económicas “ DFL2, mediante la rebaja de los dividendos (con un tope) de la base imponible de impuestos y en la actualidad disfrutan de esa regalía todos los compradores a crédito sin importar la calificación que tengan las viviendas, rebajándose de la referida base sólo el monto de los intereses pagados en esos dividendos. En todo caso y para cuantificar la situación que estamos abordando, debemos tener en cuenta que el S.I.I. informó a la Cámara de Diputados, a petición de ésta, que los beneficios tributarios para la construcción ascendieron en el último año a la suma de US$ 847 millones y por concepto de la recuperación del IVA una suma de US$ 290 millones para el año en curso. La prensa ha informado que la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados ya aprobó la derogación de este trato especial. Se contempló que la franquicia se debía mantener para las viviendas sociales de hasta UF 520, cifra que se podría aumentar hasta las UF 1.000, teniéndose en cuenta que hace un par de años atrás el Congreso Nacional autorizó la edificación de viviendas de hasta este valor, fuera de los límites urbanos, porque los terrenos aptos para edificar estaban muy caros. Los que somos partidarios del sistema económico de libre mercado propugnamos que los agentes que intervienen en las transacciones comerciales deben enmarcarse en reglas parejas para todos y ojalá manejando un nivel de información simétrica para que así no se produzcan desequilibrios en las asignaciones de recursos. Dado que Chile desea ser un país solidario, se deben focalizar los subsidios sólo para los más pobres y en este sentido deseamos que todas las familias tengan su “casa propia”. Ello será posible si se elimina la recuperación del IVA para aquellas casas de calidades media-alta, alta y de lujo, las que corresponden al 20% del universo de las unidades vendidas.