28 Noviembre 2012

¿Un antídoto para el Mal de Castro?

Columna de opinión de Alberto Texido, Arquitecto de la Universidad de Chile, publicada en Plataforma Urbana 27 de noviembre 2012.

Ante las últimas declaraciones formales emitidas desde la Contraloría General de la República y mientras los juzgados determinan una salida de hecho y derecho al término de las obras del Mall de Castro, el exagerado volumen del edificio semiabandonado, inserto en un contexto sorprendente, da breve espacio al análisis y debate sobre el modo de intervenir ciudades intermedias y contextos patrimoniales. Hace ya 2 años, en mayo de 2010, se inició la construcción de uno de los centros comerciales más bullados de los últimos años: el Mall de Castro. Ubicado en el casco histórico de la ciudad y considerado como un beneficio para la comunidad por el alcalde Nélson Águila, aún genera polémicas entre distintos actores sociales del país por su ubicación, escala y procedimiento legalidad de edificación. Si bien las distintas opiniones sobre el proyecto provenían de ciudadanos de todo el país, el Municipio consideró necesario conocer la opinión de los habitantes. Por esto, el 15 de abril de este año realizó una consulta ciudadana para saber si los ciudadanos aprobaban o no el mall. De un total de 5.069 votantes, el 95,6% votó a favor del proyecto, es decir, 4.766 personas, mientras que 231 lo rechazaron. Y es que la pregunta plebiscitada nunca debió centrarse en si la ciudad de Castro y sus habitantes requerían o no de un centro comercial que mejorara la oferta local de productos, de lo cual no cabe duda, sino sobre el emplazamiento y proporciones adecuadas para un entorno exigente de delicadeza, junto a un impacto visual absolutamente manejable, aún cuando los ciudadanos difícilmente logran apreciar la altura del edificio desde el centro de la ciudad o desde la fachada marítima (antigua llegada a la ciudad por vía marítima, reemplazada por la vialidad a Ancud desde la década de 1980), ni menos esbozar el futuro impacto sobre el comercio local o la vialidad existente.



Inicia sesión para enviar comentarios